Un trato roto.
Para Yugyeom no tener la atención de Jungkook era un verdadero fracaso. Sabía que el ojiazul sentía algo por él desde hace mucho tiempo, pero él para entonces estaba en un relación, ahora que es soltero creyó que tendría oportunidad sin saber que el corazón del castaño ya estaba siendo ocupado por alguien más.
Luego de que gracias a Jin pudo llegar a una habitación de hotel, quedó pensando en las posibilidades de poder actuar de manera sucia para obtener lo que quería.
Llegó a la empresa de Jungkook, ni siquiera trabajaba en ese lugar pero gracias a Namjoon, había conseguido tener una identificación para poder ingresar cuando quisiera. Además de que solía visitar ahí a los tres chicos ya que estos pasaban siempre metidos en sus trabajos.
Le había pedido a Namjoon verse en un
restaurante fuera de la empresa pero este le dijo que no, que se vieran en la cafetería del lugar ya que se consideraba fan número uno del nuevo chef.
—¿Y de qué quieres hablar? —preguntó el morocho una vez que estaban en la cafetería.
—Namjoon, tienes que ayudarme, por más que hago e intento llamar la atención de Jungkook él solo me ignora —dijo queriendo verse triste.
—Entonces es simple, ya no insistas.
—¿Qué? —su expresión cambió a una de confusión.
—Si, es sencillo, Jeon no te hace caso y al parecer ya no lo hará, creo que ya dejaste de gustarle —respondió recordando lo que Jungkook había dicho en la mañana.
—¿Estás bromeando? Tú me dijiste que...
—Si —interrumpió—. Sé lo que dije pero desconocía lo que sentía actualmente Jeon, ¿bien? Lo siento, además en un mes dudo mucho que te hayas enamorado de él.
—¿Tú qué sabes?
—Yugyeom, se conocen de años jamás tuvieron alguna conexión ni siquiera para follar, ¿en serio esperas eso en un mes?
—No niegues que no lo ves más feliz, lo he notado, pero sé lo que pasó así que entiendo sea difícil para él aceptar lo que siente, justamente está más feliz desde que fuimos juntos a beber esa noche, justamente el día en que yo llegué acá a Seul.
Namjoon quería decirle que no pero no supo cómo, es decir, no sabe si contar algo que es personal para su mejor amigo. Suspiró y tan solo dejó que el chico siguiera creyendo eso. ¿Qué podría pasar?
—Solo te diré que los sentimientos nadie los controla, si él no te corresponde ya, solo déjalo, no pierdas su amistad —aconsejó.
—Tendré su amor, ya verás.
—Mejor dime cuando iremos por tus cosas, saldrás de la casa e irás a un hotel.
—Namjoon no, esta es mi oportunidad para convivir con él, ¿puedes decirme qué decía de mi? Ya sabes hace años.
Jimin los observaba discretamente. A decir verdad que Yugyeom le causaba cierta inseguridad y es que el hombre es bastante atractivo.
Se acercó solo un poco tratando de verse discreto, en ese momento pensó que quizás no fue la mejor idea.
Escuchó como Namjoon hablaba de lo que Jungkook sentía por Yugyeom; sin saber que se refería de él en pasado.
—Recuerdo que estuvo viendo una foto tuya en su celular diciendo que estabas muy guapo y que en serio quería follarte, recuerdo que alucinaba con ir a buscarte, Jungkook enamorado de ti jamás lo hubiese pensado.
Jimin apretó sus labios, Jungkook enamorado de Yugyeom. Por supuesto, no puede dejar un sentimiento de la noche a la mañana.
Regresó a donde estaba, algo parecía haberse atorado en su pecho.
Miró el postre que tenía para Jungkook, sabe que si el castaño despierta una mañana diciendo que está junto a Yugyeom algo dentro suyo va a romperse, porque por más que evitó no pudo impedir que Jungkook tuviera un lugar muy importante en su vida.
Es una locura ya que se conocen de apenas un mes pero lo que siente por el hombre de ojos azules es real.
Estaba queriendo despejar su mente de esos múltiples escenarios en donde perdía a Jungkook porque prefería a Yugyeom.
Su teléfono sonó avisando sobre un nuevo mensaje. Sonrió al saber de quien venía y eso lo hizo darse cuenta que ya estaba perdido.
Jungkook :)
¿Cómo te sientes? Ven a mi oficina cuando puedas.
Jimin:
Estoy bien Kook, ¿y si me pregunta tu secretaria a qué voy?
Jungkook :)
Ella sabrá que te espero, entras sin problema, ¿de acuerdo? Te extraño sube y dame besos pronto.
Jimin:
También te extraño pero no haremos nada en tu oficina esta vez, cuando lo hicimos y salimos se nos quedaron viendo raro.
Jungkook :)
No los culpes, es la primera vez que follaba en mi lugar de trabajo, pero ese no es el punto, sube pronto que quiero besarte.
Por cierto, aquí está la lista de mis alergias, ¿recuerdas que te lo comenté? Ahora debes saber que vas a cocinarme a mi.
El rizado le había preguntado acerca de las alergias de él, ya que solía hacer muchos postres y era un requisito conocer lo que al cliente le hace daño. Por eso siempre ponía los ingredientes de sus comidas en una nota que él mismo hacía y pegaba en el mostrador, así los demás sabían que iban a consumir.
Jimin sentía que en cualquier momento su sonrisa le partiría la cara en dos. Estaba actuando como un adolescente enamorado pero no podía evitarlo. Jungkook sacaba ese lado que tenía oculto, el castaño es quien ha podido encender nuevamente su corazón albergando nuevos sentimientos.
Jungkook dijo que lo extraña y que quería besarlo, por supuesto que su corazón tomó eso como un "Te quiero siempre en mi vida". Se está ilusionando demasiado rápido pero cada vez que está con el ojiazul siente que es donde pertenece, en sus brazos, en sus besos y caricias. Siente que Jungkook es esa definición de hogar que su madre tanto le decía y por primera vez no siente miedo en admitir que quizás quiere a Jungkook de manera romántica.
Olvidó por un instante ese sabor amargo de haber escuchado que su hermoso hombre está enamorado de alguien más. Va a disfrutar lo que le quede a él de tiempo a su lado.
Arregló el plato del almuerzo y el postre del castaño, disimuló bien sin ver a los ojos a nadie y salió de la cafetería. No sabía si los demás se enojaban por los atrevimiento que él tomaba pero poco importaba. Llegó al ascensor aún sintiendo malestar en su parte baja y llegó hasta el piso de las oficinas.
Tal y como Jungkook dijo, su secretaria no le impidió entrar a la oficina, tocó solo dos veces y escuchó la autorización de parte de su jefe y sonrió al verlo sentado abriendo sus brazos para recibirlo.
Entró y cerró la puerta, dejando la comida y su celular en una de las mesas que tenía el castaño cerca del sillón y llegó hasta donde su amante para poder besarlo.
—¿Te costó llegar aquí cariño?
—Estoy bien Kook, duele pero estoy bien, me gusta porque sé que tú me lo has provocado —respondió sentándose en el regazo del castaño.
—Estos días quiero que descanses, ¿entendido? Ya sea en tu casa o puedes irte al hotel y cualquier cosa solo llamas a Karina para que te lo hagan llegar —dijo dejando besos en el dorso de la mano del rizado.
—Gracias pero no quiero ser una molestia, además esta semana quiero probar hacer una nueva receta y en el hotel no tengo cocina, así que estaré en mi casa.
—Si tenemos cocina —respondió sonriéndole.
—Si pero no iré a interrumpir a los demás en su trabajo por prácticas mías.
—Puedes usar la de aquí también.
—No quiero abusar Kook, has hecho mucho en contratarme sin ponerme a prueba, de verdad gracias —dejó un suave y largo beso, ambos suspiraron entre sus bocas antes de separarse.
—Bueno yo te pedí que renunciaras.
—Porque tenía a Jeonghan acosándome, ahora se siente muy bien trabajar en lo que debo y quiero además de estar tranquilo sin alguien encima mío insistiendo que debemos salir.
—Es una lástima, yo quería ser ese alguien que te insista en que saliéramos, pero ya que no quieres, ni modo.
—¿Qué? —preguntó viéndose emocionado.
—Me puse a pensar que tú estás cocinando para todos pero nadie cocina para ti, yo soy un pésimo chef así que pensé en llevarte a cenar esta noche pero quiero que descanses así que lo vamos a dejar para el jueves, ¿si?
—Es... mmm, ¿es otra cita? —preguntó tímidamente.
—Con flores y todo, es una cita —dijo sonriente.
Jimin lo vio unos segundos y la voz de Namjoon hablando de su enamoramiento lo hizo volver. No puede estarse ilusionando con alguien que ha mantenido su interés en otra persona.
—Kook, ¿sabes lo que eso significa? O sea, cuando quieres una cita con alguien, en este caso una segunda cita con alguien.
—Ya te dije que me gustas, ¿qué está mal?
—Que puede ser estés confundido Kook —se levantó de donde estaba y rodeó el escritorio para sentarse frente a él—. Es decir, tenemos exactamente un mes de habernos conocidos en los cuales hemos estado juntos solo dos semanas, ¿y si tu gusto es meramente sexual?
—Lo he pensado pero no le doy explicación a estas ganas de estar contigo, quiero tener sexo contigo pero también quiero llevarte a cenar.
—Dijimos que sin enamorarnos, hasta que los sentimientos nos traicionen, ¿recuerdas? ¿Qué pasará si despiertas una mañana y ya no quieres verme más?
Jungkook no supo que responder, Jimin tenía razón, ninguno de los dos quiere enamorarse y siente que el rizado está siendo bastante claro que no quiere eso para su vida. Quizás y quien tenga un corazón roto al final sea solo él.
—Mira, ni tú ni yo queremos detener nuestros encuentros sexuales porque definitivamente son lo mejor, pero si seguimos de esta forma romperemos la regla de tres y habrá un lazo que quizás solo lo sienta uno de nosotros y terminemos con sentimientos negativos, ¿me explico? Me gustas Jungkook, pero sé que no seré el único en tu vida, lo dejaste claro al principio, eres alma libre al igual que yo.
—Entiendo Jimin, no te preocupes, olvida lo de ir a cenar yo solo quería... —suspiró tratando de ordenar sus pensamientos—. Hemos roto muchas estúpidas reglas desde el día uno, lo que sea que tenemos no puedo darle un nombre pero está ahí, está entre nosotros y sabes que es inevitable... ¿qué es lo que quieres?
—Aún nos faltan muchas cosas por averiguar y aprender, no lo sé Jungkook, ¿importa acaso lo que yo quiero?
—Responde.
—¡Carajo! Solo quiero estar cont... —su confesión quedó interrumpida ya que la puerta se abrió dejando ver a cierto chico.
—Hola Kookie, permiso —dijo entrando de una sola vez yendo hasta donde Jungkook para besar su mejilla y abrazarlo.
Jimin tan solo desvió la mirada.
—Hablaremos del control de plaga de la cocina en otro momento señor Jeon, gracias por atender al problema —dijo y salió de ahí.
Jungkook lo vio irse y su mal humor llegó rápidamente. Restregó su rostro con ambas manos y masajeó su cien.
—¿Qué haces acá Yugyeom? No puedes entrar de esta forma e interrumpir una reunión así.
—Lo siento, no vi a tu secretaria afuera y creí estarías solo, ¿qué pasa lindo?
—Solo déjame trabajar, ¿si? No estoy de humor.
—Yo te puedo ayudar con eso —dijo coquetamente acercando su nariz hasta el cuello del mayor y comenzó a dejar besos en su cuello y mentón.
Jungkook cerró sus ojos forzándose a olvidar de todo lo que lo abrumaba, pero no sentía lo mismo que con Jimin, porque Yugyeom no era su chico rizado.
Iba a separarse de Yugyeom cuando la puerta se abrió nuevamente y esta vez dejó ver a esos orbes verdes sorprendidos y solo quizás algo tristes.
—Lo siento por interrumpir solo venía por mi celular, por favor hagan como que no existo —dijo el rizado entrando para tomar el celular que estaba por la bandeja de comida y salió de ahí sin mirar atrás, sin mirar a Jungkook.
El recuerdo de haberlo visto en el baño del bar junto a Yugyeom el día que lo dejó plantado volvió a su mente. Por supuesto que él no iba a ser el único en la vida del castaño y aunque lo sabía, le fue imposible no sentir dolor.
Jungkook se separó por completo Yugyeom, esta vez estaba queriendo no romper todo a su alrededor.
—¡Mierda! ¿Cómo haces esto aquí? Nos acaban de atrapar, ¡maldita sea!
—¿Qué tiene? Solo es un simple empleado de cocina, ¿por qué te pones así? Eres su jefe, no es como que su opinión importe.
—¡Vete! Solo déjame solo.
—Jungkook pero yo...
—No hagas que siga teniendo más rechazo por ti, por favor solo vete.
Yugyeom lo vio de mala manera y salió de ahí, estaba furioso con ese entrometido. Ya casi tenía a Jungkook a sus pies según él.
Jungkook buscó su celular y comenzó a llamar al rizado pero este no respondía. Así que le dejó algunos mensajes.
Jungkook :)
Regresa, tenemos que hablar.
No es lo que piensas, vuelve y déjame hablar contigo.
Jimin, responde el jodido celular.
Lo de Yugyeom no es como crees, no sé ni siquiera que estás pensando pero por favor ven a mi oficina, necesitamos hablar.
Si te parece hablar en el hotel avísame.
Responde, por favor.
Tenemos un trato, necesito follarte así que te espero en el hotel.
Sabía que con lo último posiblemente Jimin si iría. Necesita hablar con él, necesita poder besarlo y borrar la sensación desagradable que le dejó Yugyeom.
✧✦✧
Yugyeom salió directo a la cafetería, vio a Jimin pero antes de poder siquiera acercarse fue interceptado por Jin.
—¡Hey! ¿Cómo estás? ¿Por qué traes esa cara?
—Ese chef fue a interrumpir mi momento con Jungkook —escupió con molestia.
—¿Qué? ¿Quieres explicarme?
—Estaba junto a Kookie y él llegó que porque olvidó su celular, ya que ellos estaban en una reunión sobre algo de plagas no lo sé no entendí.
—Bueno ya ves que fue por su móvil, ven vámonos, no harás un escándalo porque vas a enojar a Jeon, vámonos.
Yugyeom vio mal a Jimin quien estaba revisando los mensajes que Jungkook le envió, no se dio cuenta nada. Así como Yugyeom no se dio cuenta que su conversación había sido escuchada por Kai.
Kai se enteró que Jimin estaba trabajando como chef y por supuesto que fue a confirmar que se trataba del mismo chico quien arruinó su noche de sexo con su jefe Jeon.
Por supuesto que seguía sintiendo enojo y odio por él aunque Jimin realmente no le hizo nada. Escuchar a Yugyeom lo hizo sonreír, quizás y hacerle algo al rizado sea más divertido teniendo dos mentes con el mismo rencor.
Jimin terminó de ordenar las cosas en la cocina, su trabajo nada más era hacer el almuerzo en la empresa. Creyó que ya era momento de buscar por otro lado un nuevo trabajo sin importarle de que sea pero sabe que no podrá soportar encontrarse con Yugyeom y Jungkook.
Se regaña mentalmente porque él mismo se metió en todo ese lío, aceptar ser su solución temporal, su amante. ¿Cómo pudo creer que podía controlar sus sentimientos? ¡No pudo!
Suspiro tras suspiro tomó sus cosas y salió de la empresa a paso lento. Leía los mensajes de Jungkook pero no se atrevía a responder. ¿Qué le diría? Todo estaba siendo tan doloroso para él.
No sabía que tenía que hacer. Tenía tanto en su mente y sus pensamientos estaban llevándolo a su pasado. Escuchó la bocina que conocía muy bien, el auto de Jungkook se estacionó frente a él.
Ya que el mayor luego de eso poco le importó el trabajo de su empresa, se fue a esperar a que Jimin saliera conociendo su hora de salida. El rizado vio que tenía los vidrios de la ventana abajo para poder hablarle.
—Sube, iremos al hotel.
—No quiero, estoy ocupado.
—¿De poste en la calle? Ya súbete.
—No quiero, ya te lo dije, por favor, después nos vemos.
Jungkook sabía que no podía obligarlo, así que condujo hasta su casa, durante el camino pensaba en su situación con Jimin desde el día en que lo conoció.
Llegó a su casa y se quedó en la puerta, había total silencio a comparación de como estuvo el fin de semana, rodeado de muchas personas y oyendo la dulce voz del ojiverde.
Recordó en como fue a dar a la casa de los Park, por ser un celoso ya que creyó que Eunwoo tenía algo con su chico, por un momento el pensamiento en que Jimin podría estar celoso lo hizo sonreír.
Le tomaron apenas unos minutos darse cuenta que esa es la vida que quiere, quiere a Jimin, así que subió nuevamente a su auto y condujo esta vez a la casa del menor, tenía que hablar con él. Tenía que decirle que lo quiere invitar a tener citas porque no quiere solo sexo y que él sí va a cuidar de su corazón.
Le bastaron solo unos minutos darse cuenta que es a Jimin a quien quiere, que no va a encontrar en nadie más lo que ha construido junto al rizado.
Así que se detuvo en una floristería para poder comprar un hermoso ramo de flores para su chico.
✧✦✧
Jimin por otro lado, tomó un taxi y se fue a su casa. Se encontró a Taehyung y a Hoseok en el sillón.
—Vaya, tu cara me contagia de felicidad —bromeó Kim.
—¿Pasó algo Jimin? —preguntó el otro chico.
—¿Por qué todos los hombres son complicados? —se quejó sentándose en el sillón.
—Bueno tú eres uno, responde a tu pregunta.
—Yo no soy un idiota —se defendió.
—¿Mal de amores? —cuestionó Hoseok.
—Puede ser, pero es algo de lo que me voy a olvidar.
—Me encantaría ayudarte, pero tengo trabajo así que nos vemos chicos.
—¡Taehyung, me traes papas fritas al regreso! —gritó desde el sillón.
—Trataré de no comerlas en el camino.
Taehyung salió de su casa dejando solo a los dos chicos.
—¿Qué piensas hacer? —preguntó el chico.
—Hundirme en la miseria supongo, ¿y tú? ¿Qué tal el club?
—Lo de siempre, ya sabes.
—La última vez que estuve ahí alguien preguntó por ti, creo que se llamaba Daemyung.
—Si, con él tuve algunas aventuras, nada serio, es un imbécil.
—Como Kook.
—¿Quién?
—Nadie, olvídalo, ¿quieres ordenar pizza? Tengo hambre.
—De acuerdo.
—Iré a ponerme ropa cómoda, ahí está el teléfono y el número está en el directorio —dicho eso entró a su habitación y se colocó una enorme camisa y se quedó en sus boxers, la verdad que no le daba vergüenza alguna andar de esa forma delante de Hoseok ya que tienen tiempo de conocerse.
—Listo, ya está Minnie —avisó.
El rizado llegó nuevamente al sillón, encendió la televisión y puso un programa de cocina, en donde habían muchos participantes cocinando los mejores platillos.
Pronto el canal puso un anuncio, lo que hizo que cambiara de programación.
—Odio los cortes comerciales.
—Deja esa película —dijo Hoseok cuando vio en uno de los canales de la televisión una de las películas que había visto tantas veces.
—¿De qué trata?
—Pues que él es un profesor y ella su alumna, es bien turbio, porque tienen sexo con esa temática, pero es consensuado, además que como es en la universidad la diferencia de edades no es tanta y pues eso, básicamente es en sexo y no recuerdo mucho el drama, algo como una demanda por enredarse con una estudiante.
—Al parecer lo pusimos en la mejor parte —bromeó el rizado viendo la escena en donde el profesor metía su mano bajo la falda de la chica y acariciaba sus piernas.
Un pensamiento fugaz llegó a su mente. ¿Y si lo intenta con Jungkook? Esperen, ¡no! Él ahora mismo no quiere saber del señor Jeon, su estúpido jefe.
Tragó en seco viendo como si le gustaría llevar una de esas faldas para que alguien le meta mano y acaricie sus muslos.
Miró de reojo al chico a su lado quien parecía entretenido con la película. Pensó nuevamente en Yugyeom y Jungkook así que ese fue el impulso que necesitó para tomar la mano de Hoseok y llevarla hasta sus muslos desnudos bajo la gran camiseta.
El chico reaccionó sorprendido pero al darse cuenta de que Jimin tenía sus ojos cerrados y sus respiración lenta entendió la señal.
—Tócame —pidió el ojiverde.
—¿Estás seguro?
—Si, hazlo.
Hoseok no perdió el tiempo y comenzó acariciar los muslos del otro, algo en su tacto se sentía rasposo, no se sentía suave como lo eran las manos de Jungkook.
Queriendo olvidar lo que estaba sintiendo en ese momento, tanto sus celos como su tristeza de ver a Jeon con Yugyeom, se subió sobre el regazo del chico. Este otro llevó sus dos manos a las piernas del ojiverde.
Jimin no se atrevía a besarlo, así que solo permitió que Hoseok se acercara a su cuello.
La puerta fue tocada.
—Seguro es el de la pizza, que espere —dijo Hoseok mientras apretaba los muslos de Jimin quien ya no se sentía cómodo con lo que estaba haciendo.
—Detente, iré por la pizza.
—Espera.
✧✦✧
Jungkook llegó al edificio en donde vivía Jimin, honestamente no le gustaba mucho el lugar pues parecía algo inseguro, ya hablaría de eso con él en otra ocasión.
Llegó hasta su piso, tocó la puerta pero nadie abrió. Giró el pomo de esta y notó que estaba abierta, así que se atrevió a entrar, con las flores en mano y con una pequeña sonrisa, de verdad quería a Jimin.
La escena frente a él lo hizo sentirse peor que la mierda, tosió falsamente llamando la atención de ambos chicos.
—¿Jungkook? —preguntó sorprendido Jimin bajándose del regazo de Hoseok.
—Lamento interrumpir —dijo sin atreverse a verlo a los ojos.
—Jungkook yo, tú... ¿Cómo entraste?
—Si piensas tener sexo deberías ponerle seguro a tus puertas, ¡oh! Y ten, estas flores son para ti —dijo soltado un jadeo de dolor.
El rizado las tomó sintiéndose muy mal, quería llorar.
—Jungkook, ¿a qué has venido? Creí que estarías con Yugyeom —escupió celoso.
—Venía a hablar contigo, pero veo que estás muy entretenido ya y tienes razón, debería estar con Yugyeom, ¿no? —respondió a la defensiva.
Hoseok ni siquiera dijo algo, él tan solo se levantó de ahí y salió directo a la cocina. Jungkook lo vio irse y juró querer golpearlo.
—Pues si eso crees, ¿qué haces aquí? —contestó en tono de molestia.
—Ni yo sé que vine a hacer, tal vez a perder el tiempo —los dos estaban hablando dolidos, diciendo cosas que no querían pero según ellos los hacía defenderse ante el otro.
—Entonces vete, corre a los brazos de Yugyeom que es lo que mejor sabes hacer —ninguno de los dos se detuvo a pensar que estaban lastimándose.
—¿Y tú qué? Bien contento sobre este imbécil, ¿no? ¿Con cuántos más Jimin?
—Y eso te importa, ¿por qué? Yo no soy de tu maldita propiedad, además, ¿me preguntas a mi con cuantos? Mejor responde tú, ¿desde cuándo estás enredándote con Yugyeom?
—Tampoco te interesa, sigue saltando entonces en la polla de todos, me vale una mierda.
—Y tú sigue metiéndola en idiotas como Yugyeom, me vale el doble de tu mierda, me vale mierda lo que hagas.
Los dos comenzaron alzarse la voz, estaban dolidos y celosos pero son muy testarudos para admitirlo.
—Me debes una apuesta —dijo seriamente pensando en lo que iba a decir.
—¿Piensas cobrarte ahora?
—Dijiste que harías lo que yo te pidiera.
—¿Quieres qué te haga una mamada? —intentó apaciguar las cosas pero no funcionó.
—Vas a seguir con tu vida, puedes seguir trabajando en la empresa pero a partir de este momento soy nada más que tu jefe, el trato que teníamos, ha terminado aquí Jimin —habló ignorando lo que había dicho el otro.
El rizado escuchó eso y su corazón pareció estrujarse dentro suyo. Su mundo se detuvo por unos segundos sintiendo el aire abandonarlo.
—¿Qué? ¡No! No puedes, no puedes hacer eso, no puedes romper esto, ¿nuestro trato roto?
—Dijimos que si uno de los dos ya no quería seguir todo se terminaba, además prometiste obedecer a mi petición, perdiste una apuesta así que debes cumplirme, aunque sea en eso no me falles.
—¿Lo eliges a él? —preguntó sintiendo la pesadez en su pecho, quería llorar, estaba doliendo todo.
Jungkook no respondió, Hoseok entró anunciando que la pizza había llegado y que había encontrado una mejor película para ver. Jimin tan solo lo vio mal y eso fue todo para que el chico regresara a la cocina.
—No hay nada que necesites saber, veo que tienes cosas que hacer, ¿pizza y películas? Vaya, es algo que haces con todos al parecer.
—Kook, no...
—De acuerdo Jimin, que estés bien.
—¿Es todo? ¿Tan solo te vas como un idiota? ¿Quién te crees?
—No hagas más complicado esto, deja las cosas como están.
—¡Eres un maldito! ¡Eres como todos!
Jungkook quería llorar pero no iba a romperse frente a él. Se acercó a Jimin quien parecía quebrarse en cualquier momento.
—Dijimos que hasta que los sentimientos nos traicionen —dijo en un susurro, tomó sus mejillas entre sus manos y se acercó besando sus labios—. No podré asimilar que hay más, no me obligues a seguir sintiendo algo por ti cuando no podemos ofrecernos estabilidad, somos un caos Jimin, míranos, por favor, sigue con las cosas que te mantienen feliz y que te han mantenido fuerte y valiente como hasta ahora, eres increíble cariño, si ese idiota es tan bueno como para tener el privilegio de tenerte y compartir contigo películas y pizza, disfrútalo, yo me quedaré con nuestro momento, ese que fue solo nuestro.
—Jungkook —su voz sonaba ya rota por las ganas de llorar que se ha estado aguantando.
—Si aún quieres hacerte las pruebas que dijimos lo haremos, pero por el momento es todo lo que puedo decirte, que estés bien, adiós Jimin.
Jungkook dejó un beso en su frente, cerró sus ojos y lágrimas resbalaron por sus mejillas.
Salió de la casa del menor sintiendo que dejaba una parte de su vida, pero no podía continuar, no cuando sabe que los dos no buscaban enamorarse, no puede seguir sabiendo que ver a Jimin cada momento es perderse en un mar de amor en donde solo son ellos dos.
Subió a su auto, arrancó y se estacionó en algún lugar a la orilla de la carretera, les dejó un mensaje a Jin y Namjoon dándoles su ubicación, dejó su móvil en el asiento del copiloto y se permitió llorar por el peso que estaba ahogando su pecho.
Jimin al verlo partir se quedó un momento viendo todo a su alrededor. Sus ojos estaban abiertos reteniendo las lágrimas. Trataba de respirar profundo para calmarse pero sus mejillas de pronto estaban mojadas.
Se sentó en el suelo permitiendo gritar de frustración, comenzó a arañar sus brazos tratando de canalizar su dolor pero no podía.
De verdad Jungkook se había convertido en una pieza fundamental en su vida y ahora sentía que quedaba vacío nuevamente.
Los dos estaban queriendo calmar la tormenta que desataron, el mar de emociones y sentimientos que han creado juntos sin darse cuenta que la calma la tendrían teniéndose y manteniéndose al lado del otro.
Porque pueden soportar la tempestad en un océano furioso, ya que ambos se complementan como un barco y una brújula que los guía hasta su hogar.
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